La sección “Archivo Nacional y otras fuentes” del Archivo del Libertador.
Durante los periodos de la conquista y la colonia, los documentos que
generaban las autoridades seculares (Adelantados, Conquistadores, Regidores,
Encomenderos, etc.) entre sí y con los particulares, eran almacenados en las
Escribanías Públicas, en los archivos de las instancias (como el Cabildo o la
Real Audiencia) y en menor grado por los particulares. Esto permaneció como una constante hasta el
año 1836, cuando el presidente de la República ordena la creación del Registro
Público, con dos divisiones: el Registro Público (asuntos civiles y
administrativos) y Archivo Publico (de valor histórico). Durante el Gobierno de
Antonio Guzmán Blanco, mediante el Decreto del 27 de enero de 1877, se
reclasifican la documentación existente en ambas dependencias y reunifica las
funciones del Archivo y Registro en una sola persona. Toda esta actividad
siguió ejecutándose primero en las antiguas sedes de las Escribanías, después
en las nuevas oficinas de Registros y durante algún tiempo en la sede de la
Biblioteca Nacional. Será en 1910 cuando se decrete la construcción de una sede
permanente y adecuada para el Archivo Nacional[1], la cual
inauguró el presidente Juan Vicente Gómez el 19 de abril de 1911 durante las
celebraciones del Centenario de la Independencia, en la avenida Urdaneta entre
las esquinas de Santa Capilla a Carmelitas en Caracas. El traslado de los
fondos documentales a la nueva sede finalizó el 30 de noviembre de 1912.
Desde este edificio fue que, con permiso y
patrocinio de los ministros del Interior y de
Instrucción Pública, extrajo
Vicente Lecuna una gran cantidad de documentos manuscritos e impresos para
engrosar el Archivo del Libertador. Tales legajos provenían de los fondos de la
sección “Capitanía General”[2], entre ellos se
encontraban algunos documentos que el bando realista tomó a los republicanos en
diferentes combates y encuentros, tales como la batalla de Clarines del año
1817. Comprendían el total de estos documentos salidos del antiguo Archivo
Nacional importantes comunicaciones emitidas por el Director General de Rentas
de Venezuela o dirigidas a él por distintas autoridades durante los cruciales
años de 1813 y 1814; también muchos documentos oficiales dirigidos por El
Libertador y otras muchas autoridades durante las campañas de guerra y gobierno
republicano; así como otra gran cantidad de decretos impresos.
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Antigua sede del Archivo Nacional. |
Si bien la fuente principal de donde se
obtuvieron estos papeles fue el Archivo Nacional, una buena parte fue obtenida
por distintas adquisiciones y donaciones (tanto en originales como en copias)
de muchos particulares e instituciones en varias épocas, en razón de lo cual
resolvió Vicente Lecuna designar a esta nueva sección del moderno Archivo del
Libertador como “Documentos obtenidos en el del Archivo Nacional y procedentes
de otras fuentes”; o en su forma abreviada “Archivo Nacional y Otras Fuentes”.
Se agregaron entonces a los fondos extraídos del Archivo Nacional: una parte de
los manuscritos del general José Antonio Páez utilizados para la publicación de
su autobiografía, papeles y correspondencia del General Miguel Guerrero
fechados entre 1817 y 1830, gran cantidad de correspondencia y documentos
particulares de las familias Bolívar y Palacios, y de otras familias
relacionadas con las anteriores (como la del Conde de San Javier); así como
documentos de litigio sobre los bienes libres y vinculados de Simón Bolívar
cuando todavía era menor, los apuntes escritos por el general Pedro Briceño
Méndez que servirían para publicar su “…vida pública del Libertador”[3], un tomo con los
Despachos y Hojas de Servicio del general Pedro Rodríguez y otro más con la
correspondencia del Libertador al general Andrés de Santa Cruz; solo para
destacar algunos de los manuscritos “procedentes de otras fuentes”.
Esta sección del Archivo comenzó a ser encuadernada
inmediatamente después de la anterior[4], pero los
aportes que la aumentaban fueron llegando es distintos años, por lo que la
parte obtenida en el Archivo Nacional salió de los talleres de la Escuela de
Artes y Oficios para Varones entre 1916 y 1917; y la parte obtenida por otras
fuentes fue trabajada, tal como lo indican las portadas,
en 1916, 1922, 1927, 1933, 1938 y 1954; tanto en la citada escuela como en
talleres particulares, entre ellos el del señor Ramón González Blomont. Los
tomos están numerados del I al XLII, pero la totalidad alcanza a llegar a 46
debido a la prolongación de la numeración, como ocurrió en el caso de la
anterior Sección.
Una vez terminados
los primeros trabajos en los talleres de encuadernación, los tomos de las dos
primeras secciones del moderno Archivo del Libertador permanecieron durante
varios años en la Escuela de Artes y Oficios para varones por decisión de
Vicente Lecuna que, además de director de dicha institución, era curador Ad
Honorem del Archivo. Esto duró 6 años, hasta que se concluyeran los trabajos
que se realizaban en el sitio que para la época se consideró el más apropiado
para resguardar tan interesante tesoro documental.
[1]
Hoy Archivo General de la Nación de Venezuela.
[2]
Lecuna, Vicente: La Casa Natal del
Libertador. Publicaciones de la Sociedad Bolivariana de Venezuela. Caracas-
Imprenta Nacional- 1954, pág. 58. A esta sección se le denominada hoy como
“Gobernación y Capitanía General” del sub-fondo “Colonia” del Archivo General
de la Nación.
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