El Archivo del Libertador en su Casa Natal.
La
hermosa casona colonial que se conoce hoy como la Casa Natal del Libertador,
pasó, al igual que Bolívar y todo lo que con él está relacionado, por múltiples
dificultades para poder llegar a nuestros días como Monumento Nacional.
Ubicada entre las esquinas de San Jacinto a
Traposos, frente a la plaza El Venezolano,
este histórico lugar fue testigo del
nacimiento del héroe universal de la libertad el 24 de julio de 1783, pues
encontrándose entre las propiedades de su familia desde 1678, era la residencia
de sus padres. A la muerte de su madre, doña María de la Concepción Palacios y
Blanco, fue desocupada por el niño Simón y sus hermanos probablemente en 1793.
En 1806 la casa es vendida a don Juan de la Madriz, quien más tarde ofrece fervorosamente
en sus espacios una cena de gala al Libertador, durante su última visita a
Caracas en 1827. Durante 70 años permanece la casa en posesión de los descendientes
del señor Madriz, hasta que en 1876 la adquiere el presidente Antonio Guzmán
Blanco quien, como hemos anotado, era un ferviente admirador de Bolívar. Poco después de la muerte del “Ilustre
Americano”, sus herederos deciden dar a la vieja Casa un uso más “acorde” a sus
intereses, por lo que resuelven darla en arriendo al señor Juan Nölck quien
instaló en ella su almacén de mercancías secas y comercio de frutas y productos
animales. Debido a los trabajos de adaptación a su nuevo uso, así como por la
presencia de animales de carga, a lo que había que sumarle además que desde el
terremoto de 1812 se encontraba afectada en sus cimientos y paredes, la casa se
encontraba pues, en seria ruina durante la primera década del siglo XX.
La antigua casona es comprada a los
descendientes de Guzmán Blanco el 11 de octubre de 1912, por una Sociedad
Patriótica que para el efecto se había constituido, con fondos provenientes del
aporte popular entre los venezolanos; y donada por esta al Estado venezolano el
28 del mismo mes y año. Más tarde, en 1916, se inicia un proceso de
reconstrucción, reformas y equipamiento que finaliza con la inauguración el 5
de julio de 1921.
Entre la mueblería adquirida para decorar y
ambientar la reconstruida Casa Natal del Libertador se encontraban tres
escaparates de caoba, uno con hojas de vidrio en cuya base se encontraban
tallados los escudos de la Gran Colombia, Bolivia y Perú; otro con dorados, más
antiguo, que se hallaban en el primer cuarto de enfrente, y el tercero muy
parecido al segundo, pero que se encontraba en el segundo cuarto de enfrente.
En estos muebles se colocaron los tomos salidos de la Escuela de Artes y
Oficios con los papeles de Bolívar ya transformados en la primera parte del
moderno Archivo del Libertador; pues consideró el Dr. Lecuna que era aquella
casa restaurada el espacio más idóneo para conservar y mostrar a las
generaciones futuras los objetos más relacionados con el Padre de la Patria, ¡y
qué más relacionado con él que su propio pensamiento escrito!, por lo que aquel
sitio era no solo el apropiado para exhibirlo, sino también para realizar un
estudio minucioso de aquellos documentos. De aquella decisión nos comenta Don
Vicente Lecuna:
La
prenda más preciosa existente en la Casa Natal del Libertador es su archivo, al
cual se han agregado otros del mismo orden, de diferentes personajes,
relacionados todos con Bolívar.(…) Gracias
al volumen y a la riqueza del archivo, que es desde hace tiempo la admiración
de propios y extraños, Caracas, cuna de Bolívar, se ha convertido en el centro
más interesante donde se puede estudiar la figura del Libertador, para rendir
el debido homenaje a sus glorias y para el más acendrado respeto a su memoria.[1]
Hallábase, pues, en la Casa Natal las dos
primeras secciones del Archivo, Sección
O´Leary y Sección Archivo Nacional y
otras Fuentes, que serían la fuente primaria para que Lecuna y otros muchos
historiadores nutrieran con la fuerza de la verdad documental sus estudios y
publicaciones. Aquellas paredes y aquellos escritorios vieron la génesis de
obras historiográficas que sirvieron algunas para “rendir el debido homenaje a sus glorias y para el más acendrado respeto”
a la memoria del Héroe (como Crónicas razonadas de las Guerras de
Bolívar; Catálogo de errores y calumnias en la historia de Bolívar; Bolívar y
el Arte Militar; Entrevista de Guayaquil; de Lecuna) y otras que suscitaron polémica (como Bolívar; de Salvador de Madariaga).
La disponibilidad que ahora
tenían los estudiosos de la obra de El Libertador en sus papeles, gran número
de ellos inéditos, motivaba a su vez la necesidad de brindar las garantías de
custodia, conservación y resguardo del mismo, y no habiendo nadie con los
suficientes méritos y conocimientos para hacerlo, fue por lo que el Doctor
Lecuna se erigió, bajo designación, en Curador Ad Honorem tanto de la Casa
Natal como del Archivo; y con el mismo grado que lo ameritó, y si se quiere
hasta más aun, cumplió a cabalidad aquella misión hasta el final de sus días.
70 años permaneció el
Archivo del Libertador en su Casa Natal, allí se fue aumentando progresivamente
tanto con documentación relacionada directamente con Bolívar como con otros
fondos y colecciones documentales, tal como describiremos en las siguientes
entradas (véase Juan Bautista Pérez y Soto y su relación con el Archivo de El Libertador y Juan de Francisco Martín, la fracción olvidada).
[1] Lecuna, Vicente: La Casa Natal del Libertador. Publicaciones de la Sociedad
Bolivariana de Venezuela. Caracas- Imprenta Nacional- 1954, pág. 55.
Por favor podriamos saber el origen de la foto de los almacenes Juan Nolck, donde se encuentra el documento original? En los archivos del Libertador en Caracas? Gracias
ResponderBorrarDesconocemos la ubicación del documento físico. La imagen la obtuvimos de la internet. Dele clik derecho a la imagen y utilice la opción "Buscar Imagen en Google".
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