ARCHIVO DE SUCRE
“El Abel de Colombia” (la Grande), así llamó Simón Bolívar al predilecto
hijo de la ciudad de Cumana, Antonio José de Sucre (1795-1830). En tan solo 11
de sus 35 años de vida alcanzó alcanzo la gloria de ser “el padre de
Ayacucho, el redentor de los hijos del Sol; (…) el que ha roto las cadenas con
que envolvió Pizarro el reino de los Incas”, según expresión de Bolívar[1] sobre quien dio fin en
batalla al dominio español en el continente.
Coronel en 1817, General de
Brigada en 1819, redactor del Tratado de Armisticio y Regularización de la
Guerra en 1820, Jefe del Ejército del Sur en 1821, Ministro Plenipotenciario de
la Republica de Colombia (la Grande) en ante Perú en 1823, Jefe del Ejército
Unido Libertador del Perú en 1824 (año en que también es designado Gran
mariscal de Ayacucho por su victoria contundente ante los españoles), Presidente de la recién creada República de
Bolivia en 1826; fueron algunos de los rangos que alcanzó y cargos que ocupó
durante sus cortos días en la vida pública latinoamericana. Con todas esas, y
otras muchas más responsabilidades podríamos esperar que la generación de
documentos por y para el General Sucre fuera abundante, como efectivamente lo
fue.
La parte del Archivo de Sucre que se conserva en Venezuela, es sin duda
alguna, la más voluminosa de las tres en que, por varias circunstancias, fueron
divididos los papeles del Gran Mariscal.
[1] Archivo
del Libertador, T. 1, F. 9, Resumen sucinto
de la vida del General Antonio José de Sucre, escrito por Simón Bolívar en
1825.
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