La “repatriación”del archivo de Sucre a Venezuela.
El
archivo del Mariscal Sucre entró en el conjunto de documentos que, narrando distintos aspectos y períodos de la historia venezolana y suramericana, se
encontraban en el extranjero y a los cuales hubo que “repatriar”. Esto fue posible
gracias al esfuerzo denodado de grandes coterráneos que, antes que finalizara
la primera mitad del siglo XX, se dedicaron a localizar, adquirir y organizar
buena parte del acervo documental del que hoy disponemos para comprender el
largo y accidentado camino de formación de la república; destacando entre esos
acuciosos investigadores Vicente Lecuna y Caracciolo Parra Pérez.
El
total de los papeles que integraron el archivo personal del Gran Mariscal se
encontraba disperso, pues, además de los que se encontraban en Europa, existían
en gran cantidad en Ecuador y Estados Unidos. La porción de papeles que se
encontraban en Norteamérica seguía, desde finales de la década de 1910,
custodiado en la Universidad de Yale donde los confió el arqueólogo, militar y
político Hiram Bingham; recordemos que este aventurero personaje adquirió 2.128
documentos provenientes del archivo de Sucre cuando realizaba una visita a
Ecuador a finales de 1907 (véase la entrada El Archivo de Sucre y el “revelador” deMachu Picchu de este blog).
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Vicente Lecuna (1880-1954) |
Desde
1935 el Dr. Vicente Lecuna (quien había organizado dentro del Archivo del
Libertador una sección con papeles que se encontraba en ese mismo repositorio junto a otros que él había agregado, denominando a toda la colección “Archivo del Mariscal de
Ayacucho”) se avoca a conseguir que Venezuela adquiera ese valioso conjunto de
documentos que se conservaban en Yale, teniendo su colofón en 1938 cuando
el Gobierno presidido por Eleazar López Contreras logra que el ex-senador
Bingham acceda vender a Venezuela su parte del archivo de Sucre, lo cual se
realizó al pagar la misma cantidad de dinero que él había desembolsado para
adquirirlo. Este primer conjunto de papeles de Sucre “repatriados” se ordenó y
encuadernó en doce volúmenes con distinción entre documentos oficiales y cartas
personales:
·
Tomo
I: 138 documentos fechados entre 1816 y 1821.
·
Tomo
II: 148 documentos fechados entre octubre y diciembre de 1821.
·
Tomo
III: 215 documentos correspondientes al año 1822.
·
Tomo
IV: 142 documentos correspondientes al año 1823.
·
Tomo
V: 209 documentos fechados entre enero y marzo de 1824.
·
Tomo
VI: 204 documentos fechados entre abril y diciembre de 1824.
·
Tomo
VII: 100 documentos fechados entre 1825 y 1834.
·
Tomo
VIII: 203 cartas correspondientes a las letras A-D.
·
Tomo
IX: 213 cartas correspondientes a las letras E-J.
·
Tomo
X: 178 cartas correspondientes a las letras K-M.
·
Tomo
XI: 162 cartas correspondientes a las letras N-R.
·
Tomo
XII: 201 cartas correspondientes a las letras S-Z, así como cartas con firmas
ilegibles e incompletas.
Además,
se agregaron los papeles que ya el Dr. Lecuna tenía organizados previamente,
los cuales provenían de donaciones y compras hechas por él mismo y otras
personalidades como el propio General Eleazar López Contreras y el Doctor
Andrés Eloy de la Rosa, lo cual arrojó u grueso volumen más:
·
Tomo
XIII: 72 piezas entre documentos oficiales emitidos por y para Sucre, cartas
dirigidas por y para Sucre, cartas dirigidas al General Flores y una carta del
General O´Leary dirigida a la viuda del coronel Pedro José Alarcón, edecán de
Sucre, solicitándole documentos que le ayudasen en su trabajo de acopiar
documentos para sustentar sus trabajos históricos.
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Caracciolo Parra Pérez (1888-1964). |
Seguía
pendiente, desde 1937, la adquisición de la parte del archivo del Gran Mariscal
que se encontraba en Europa, en poder de las nietas del General Juan José
Flores (véase la entrada Los documentos de Sucre en Europa en
este blog). Luego de un lustro de espera a que los legítimos poseedores
conciliaran sus asuntos particulares para decidir el destino de estos los
papeles, finalmente el gobierno venezolano adquiere el cumulo documental en
1942, donde tuvo importante actuación del Doctor Caracciolo Parra Pérez quien,
como agente diplomático de Venezuela en Suiza, había gestionado en 1916 la
adquisición del Archivo de Miranda que se encontraba en Londres. Esta vez
actuando como Ministro de Relaciones Exteriores, el Dr. Parra Pérez ordena que
se reinicien las conversaciones, para adquirir definitivamente el cumulo
documental que contenía correspondencia, borradores, oficios y documentos
familiares del General Sucre. Una vez recibido el lote de papeles por la
Academia Nacional de la Historia, se trasladaron a la casa natal de Simón
Bolívar donde se encontraban tanto el Archivo del Libertador como los trece
tomos anteriormente descritos del Archivo de Sucre. A los documentos venidos de
Europa se les dio una organización similar a los traídos desde Norteamérica,
por lo cual se continuo la numeración de los nuevos volúmenes así:
·
Tomo
XIV: documentos fechados entre 1820 y 1827.
·
Tomo
XV: cartas para Sucre ordenadas alfabéticamente letras A-I.
·
Tomo
XVI: cartas para Sucre ordenadas alfabéticamente letras L-W.
·
Tomo
XVII: contiene borradores, correspondencia, oficios y otros documentos entre
1821 y 1830.
Otra
parte del archivo de Sucre, más pequeña pero no menos importante, se hallaba
todavía en Ecuador donde el Mariscal tenía fijada su residencia al momento de
su muerte. Estos papeles se encontraban en el archivo particular de Alfredo
Flores Caamaño, ilustre historiador ecuatoriano, quien los obtuvo como regalo
de su tía Josefina Flores, hija del general Juan José Flores y esposa del único
hijo de la Marquesa de Solanda, viuda de Sucre, con el general Isidoro Barriga.
Estos papeles también tuvieron la oportunidad de formar parte del patrimonio documental venezolano, ya que Alfredo Flores Caamaño ofreció los tres gruesos volúmenes al
presidente Juan Vicente Gómez en 1924; sin embargo, y por razones hasta ahora
desconocidas, no se logró la obtención de aquellos documentos originales y en
1925 pasaron a formar parte del archivo de Jacinto Jijón y Caamaño, y hoy se
encuentran en la Universidad Católica de Ecuador[1].
Los
17 volúmenes del Archivo de Sucre, que forman parte del patrimonio documental
venezolano, se localizan hoy en el Archivo General de la Nación “Generalísimo
Francisco de Miranda”, ubicado en el Foro Libertador, parroquia Altagracia,
Municipio Libertador, en Caracas, a la espera de ser digitalizados y puestos a
disposición del mundo a través de la internet.
[1] En
1971 estos documentos fueron copiados bajo el sistema Xerox por la Fundación“Vicente Lecuna” para ser incorporados a la
edición del Archivo de Sucre, la cual fue publicada en Caracas, 1973, en los
talleres de ITALGRAFICA por la misma Fundación y el Banco de Venezuela, y en la
cual tuvo importante actuación Don Pedro Grases, de quien hemos tomado buena
parte de los datos de esta entrada en sus varios escritos, particularmente del
estudio preliminar a esa obra, de las paginas XXI a XXXIX.
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