Los documentos de Sucre en Europa.

Antonio José de Sucre. Oleo de Arturo Michelena (1895)
 La partición que el propio Antonio José de Sucre hizo sobre su archivo personal en 1828 propició que, luego de su muerte en 1830, se realizaran otras divisiones que terminaron por esparcir estos papeles por zonas muy distantes entre sí, incluso por países que nada tuvieron que ver en el accionar guerrero y político del Gran Mariscal de Ayacucho. El historiador Rafael María de Guzmán relata como un empleado de la casa de la viuda de Sucre vendió parte de aquellos legajos[1]; y el historiador y político estadounidense Hiram Bingham informó que 1907 adquirió en Ecuador y llevó a la Universidad de Yale un grueso número de estos papeles[2]. Pero hasta en Europa se encontraban documentos que pertenecían al archivo de Sucre y que fueron llevados allá por descendientes del también héroe de la independencia y varias veces Presidente de Ecuador, General Juan José Flores.

 Juan José Flores nació en Puerto Cabello, Provincia de Caracas en la Capitanía General de Venezuela, el 19 de julio de 1800[3]. Incorporado casi niño a la guerra independentista, llega al actual Ecuador en 1825 como Coronel efectivo.  Pronto, y con la confianza del Libertador ganada por valentía, arrojo y buen desempeño de sus funciones, alcanza nuevos rangos y cargos en Guayaquil y Quito. En esta última ciudad contrajo matrimonio con Mercedes Jijón, de la aristocracia local, con quien dejó 11 hijos, entre ellos los dos que se vinculan con los papeles de Sucre: Antonio Flores Jijón[4]  y Josefina Flores Jijón de Barriga.

Como es sabido, el General Sucre contrajo matrimonio en Quito, año de 1828, con Mariana Carcelén y Larrea, marquesa de Solanda y Villarocha. Bien pronto enviudó la Marquesa producto del asesinato de Sucre en los montes de Berruecos el 3 de junio de 1830; pero más pronto aun volvió a contraer nupcias[5], esta vez con el general Isidoro Barriga. De esta unión sobrevivió un único hijo, Manuel Felipe Barriga y Carcelén, quien casó con Josefina Flores Jijón. El hijo de este matrimonio, Isidoro Barriga Flores, apenas vivió 14 años. Viuda desde 1881 y con terribles cargas económicas, Josefina Flores recibió gran apoyo de su familia inmediata, con quienes compartió algunas de sus posesiones, entre ellas las que heredó de su esposo y que provenían de la Marquesa de Solanda, viuda de Sucre[6].

 Antonio Flores Jijón, a más de Presidente de Ecuador, se ocupó también en escribir sobre temas de historia, entre los cuales se cuentan obras como Historia Antigua, Memorias de los Virreyes y El Asesinato del Mariscal de Ayacucho (1883), en el cual defiende a su padre, acusado de participar en el crimen de Berruecos. Al parecer, pues no está del todo precisado, doña Josefina Flores Jijón cedió a su hermano parte del archivo de Sucre que permanecía en la Casa Azul (la cual fue su residencia y habitó hasta su muerte), con los cuales se apoyaría para sustentar sus escritos históricos. Cuando Antonio Flores Jijón abandonó la presidencia de Ecuador en 1892, se retiró con su familia a Europa, de donde no regresó más y en la cual murió en 1915.

 En Francia se encontraban las hijas del Dr. Flores Jijón, Elvira y Leonor Flores Apodaca, cuando en 1937 iniciaron gestiones ante el representante de Venezuela en los Países Bajos, Dr. Gustavo Herrera, ofreciendo la parte la parte del archivo del Mariscal Sucre que se encontraban entre los papeles que su padre había trasladado a Europa. Aceptada la proposición por el Gobierno de Venezuela, se comisionó al Dr, Caracciolo Parra Pérez, prolijo historiador y hábil diplomático con experiencia en esto de rescatar archivos, para “conocer del valor histórico de dichos documentos, opinar sobre la utilidad que pudiesen prestar al mejor conocimiento de nuestra historia y actuar en las diversas circunstancias relacionadas con su adquisición[7]. Inmediatamente el Dr. Parra Pérez se dirigió a Niza a la residencia de las poseedoras Flores-Ruiz de Apodaca para cumplir con lo asignado; en lo cual pudo corroborar la autenticidad de los papeles y su valor como fuente primaria para la historia venezolana e hispanoamericana, ante lo cual investido como se encontraba de la autoridad delegada por el Gobierno de Venezuela, inicio los acuerdos para la adquisición del Archivo de Sucre. Pero durante un tiempo fue imposible concretar la entrega del citado archivo, pues un litigio familiar sobre la herencia Flores impidió toda acción sobre tales bienes, y el Archivo de Sucre se quedó en Europa a la espera de una mejor oportunidad.




[1] Leyendas Históricas, articulo reproducido en el Boletín de la Academia Nacional de la Historia N° 50, abril-junio de 1930.
[3] Algunas fuentes historiográficas dan como año de nacimiento 1799.
[4] También Presidente de Ecuador entre 1888 y 1892.
[5] El 16 de julio de 1831
[6] Véase el folleto de Ángel Grisanti: Los restos del Gran Mariscal de Ayacucho y la hacienda “El Deán”. Editorial Plenitud. Quito-Ecuador. 1948.
[7] Informe del Ministerio de Relaciones Exteriores citado por Pedro Grases en: Los papeles de Bolívar y Sucre, Fundación de Promoción Cultural de Venezuela, Caracas-1985; pág. 189.

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