Los documentos de Sucre en Europa.
Antonio José de Sucre. Oleo de Arturo Michelena (1895) |
Juan
José Flores nació en Puerto Cabello, Provincia de Caracas en la Capitanía
General de Venezuela, el 19 de julio de 1800[3]. Incorporado casi
niño a la guerra independentista, llega al actual Ecuador en 1825 como Coronel
efectivo. Pronto, y con la confianza del
Libertador ganada por valentía, arrojo y buen desempeño de sus funciones,
alcanza nuevos rangos y cargos en Guayaquil y Quito. En esta última ciudad
contrajo matrimonio con Mercedes Jijón, de la aristocracia local, con quien
dejó 11 hijos, entre ellos los dos que se vinculan con los papeles de Sucre: Antonio
Flores Jijón[4] y Josefina Flores Jijón de Barriga.
Como
es sabido, el General Sucre contrajo matrimonio en Quito, año de 1828, con
Mariana Carcelén y Larrea, marquesa de Solanda y Villarocha. Bien pronto
enviudó la Marquesa producto del asesinato de Sucre en los montes de Berruecos
el 3 de junio de 1830; pero más pronto aun volvió a contraer nupcias[5], esta vez con el general Isidoro Barriga. De esta unión sobrevivió un único hijo, Manuel Felipe
Barriga y Carcelén, quien casó con Josefina Flores Jijón. El hijo de este
matrimonio, Isidoro Barriga Flores, apenas vivió 14 años. Viuda desde 1881 y
con terribles cargas económicas, Josefina Flores recibió gran apoyo de su
familia inmediata, con quienes compartió algunas de sus posesiones, entre ellas
las que heredó de su esposo y que provenían de la Marquesa de Solanda, viuda de
Sucre[6].
Antonio
Flores Jijón, a más de Presidente de Ecuador, se ocupó también en escribir sobre
temas de historia, entre los cuales se cuentan obras como Historia Antigua, Memorias de los Virreyes y El Asesinato del Mariscal de Ayacucho (1883), en el cual defiende
a su padre, acusado de participar en el crimen de Berruecos. Al parecer, pues
no está del todo precisado, doña Josefina Flores Jijón cedió a su hermano parte
del archivo de Sucre que permanecía en la Casa Azul (la cual fue su residencia
y habitó hasta su muerte), con los cuales se apoyaría para sustentar sus
escritos históricos. Cuando Antonio Flores Jijón abandonó la presidencia de
Ecuador en 1892, se retiró con su familia a Europa, de donde no regresó más y
en la cual murió en 1915.
En
Francia se encontraban las hijas del Dr. Flores Jijón, Elvira y Leonor Flores
Apodaca, cuando en 1937 iniciaron gestiones ante el representante de Venezuela
en los Países Bajos, Dr. Gustavo Herrera, ofreciendo la parte la parte del
archivo del Mariscal Sucre que se encontraban entre los papeles que su padre
había trasladado a Europa. Aceptada la proposición por el Gobierno de
Venezuela, se comisionó al Dr, Caracciolo Parra Pérez, prolijo historiador y
hábil diplomático con experiencia en esto de rescatar archivos, para “conocer del valor histórico de dichos
documentos, opinar sobre la utilidad que pudiesen prestar al mejor conocimiento
de nuestra historia y actuar en las diversas circunstancias relacionadas con su
adquisición”[7]. Inmediatamente
el Dr. Parra Pérez se dirigió a Niza a la residencia de las poseedoras
Flores-Ruiz de Apodaca para cumplir con lo asignado; en lo cual pudo corroborar
la autenticidad de los papeles y su valor como fuente primaria para la historia
venezolana e hispanoamericana, ante lo cual investido como se encontraba de la
autoridad delegada por el Gobierno de Venezuela, inicio los acuerdos para la
adquisición del Archivo de Sucre. Pero durante un tiempo fue imposible
concretar la entrega del citado archivo, pues un litigio familiar sobre la
herencia Flores impidió toda acción sobre tales bienes, y el Archivo de Sucre
se quedó en Europa a la espera de una mejor oportunidad.
[1] Leyendas Históricas, articulo
reproducido en el Boletín de la Academia
Nacional de la Historia N° 50, abril-junio de 1930.
[2]
Véase la entrada de este blog: El Archivo de Sucre y el “revelador” deMachu Picchu.
[3]
Algunas fuentes historiográficas dan como año de nacimiento 1799.
[4] También
Presidente de Ecuador entre 1888 y 1892.
[5] El
16 de julio de 1831
[6]
Véase el folleto de Ángel Grisanti: Los
restos del Gran Mariscal de Ayacucho y la hacienda “El Deán”. Editorial
Plenitud. Quito-Ecuador. 1948.
[7]
Informe del Ministerio de Relaciones Exteriores citado por Pedro Grases en: Los papeles de Bolívar y Sucre,
Fundación de Promoción Cultural de Venezuela, Caracas-1985; pág. 189.
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