El archivo de Francisco Javier Yanes, el “padre de la historia venezolana”.



 La nacionalidad venezolana, surgida a partir del 5 de julio de 1811 y ratificada con la Constitución Federal de dicho año, arropó a un caballero oriundo de la villa de Santa María del Puerto de Príncipe (hoy Camagüey, Cuba) quien, con apenas 9 años de residencia en el país, pasó de ser “uno más” a convertirse en actor principal de cada una de las fases del proceso de emancipación y consolidación del edificio republicano. Francisco Javier Yanes (abogado, estadista, historiador, periodista, catedrático) está entre los próceres de la independencia que con mayor diversidad de roles aportó talento y esfuerzo a la construcción de la identidad nacional.

Su labor como fundador.

 Nació 12 de mayo de 1777 en una familia de las muchas que en las Indias españolas disponían de rancio abolengo y prestigio, pero pocos recursos económicos. Llegó a Caracas el 9 de mayo de 1802 traído por su tío, el Dr. Francisco Javier Socarrás, médico y boticario cuyo consultorio y farmacia quedaba en la esquina que hasta hoy lleva su apellido en la bulliciosa capital venezolana. El 28 de junio de 1806 obtuvo el título de Licenciado en Derecho Civil y Canónico expedido por la Real y Pontificia Universidad de Caracas. Contrajo nupcias con María de Socarrás y Venza, hija adoptiva de su tío, apenas 10 días antes de los sucesos del 19 de abril de 1810[1]. Inmediatamente se involucró en los movimientos políticos que a partir de ese día iniciarían la transformación de la vida social y cultural de la hasta entonces poco reluciente Capitanía General de Venezuela. El 14 de agosto del citado año, Yanes se encontrará entre los fundadores de la muy activa y virulenta Sociedad Patriótica.
La Junta Suprema de Caracas lo comisiona “para llevar la armonía y la concordia a la villa de Araure y sus dependencias e impedir que cundiera en ellas el germen reaccionario que operaba en Coro, por consecuencia de los sentimientos personales que dividían a aquellos habitantes. Yanes obró con tal cordura que, pronto, volvieron las cosas a su aplomo, calmándose las pasiones y puestos ya en son de reconciliación, le llegaron al Marqués del Toro, que tenía su cuarten en Carora, trescientos hombres voluntarios, suficientemente equipados por los vecinos de aquel distrito capitular.[2].   El informe presentado a su comitente, el 24 de septiembre de 1810, le valió las felicitaciones por sus acertadas y fructíferas gestiones.
 El prestigio ganado entre los habitantes de aquella jurisdicción llanera hizo que en diciembre del mismo año lo escogieran como su Diputado a lo que sería el primer Congreso Constituyente de Venezuela; en cuyo seno sobresalió por sus bien fundamentados y elocuentes discursos a favor de la independencia absoluta. El 5 de julio de 1811 está entre los declarantes de esa independencia, la cual dos días después fundamentó sus razonamientos ante el mundo en el Acta redactada por Juan German Roscio y Francisco Isnardi que sería aprobada por el soberano Congreso y firmada por los Diputados, entre ellos Francisco Javier Yanes. También se encuentra su firma aprobando lo que sería la primera Constitución de Hispanoamérica, misma que con gran dificultad intentó dar cohesión jurídica a la incipiente nación venezolana. Su condición de fundador de república está igualmente ganada por ser integrante de la comisión encargada de redactar el primer Código Civil y Criminal del país, e integrante también de la primera Sala de Justicia Ordinaria, valga decir tribunal, que se instituyo en la República, cuyo primer fin era juzgar a los sublevados de Valencia.
 Participará luego en la refundación de la República en 1830 cuando la desintegración de la Colombia bolivariana sea confirmada por el Congreso Constituyente de Venezuela, del cual fue Diputado y presidente.

Su labor como soldado.
 Los todavía no fraguados cimientos legales de la República encontraron pronto resistencia en buena parte del territorio de la Capitanía General; al alzamiento de los canarios de Caracas el mismo julio de 1811 y la sublevación de Valencia, se sumó la llegada del capitán Domingo de Monteverde el 8 de febrero de 1812. Este año trágico tuvo su clímax entre junio y julio cuando la confusión, la suspicacia y la decepción reinaron entre los oficiales, personeros y simpatizantes de la independencia desde 20 de junio (fecha de la primera derrota de Monteverde en La Victoria) hasta el 12 de julio de 1812 (en que se aprueba por parte de las autoridades republicanas iniciar conversaciones para finalizar la guerra) debido a un sin número de sucesos fatídicos que se conjugaron[3]. Todo ese estado de efervescencia emocional llega a su punto de hervor al agregársele el nerviosismo causado por la súbita firma de un tratado de Capitulación el 25 de julio de aquel año, en el cual todos sus términos quedaban sujetos a la buena voluntad del jefe monárquico, Monteverde, sin mayores ventajas para el bando republicano. Así, el 30 de julio de 1812 el puerto de La Guiara era un desparrame de gente intentado embarcase con destino incierto para salvar sus vidas e intereses de lo que creen, no sin razón, será el inicio de fatídicas retaliaciones.
 Entre aquellos pasajeros sin destino iba Francisco Javier Yanes, quien logra llegar hasta Curazao, de donde pasó más tarde a Cartagena y de allí a los llanos de Casanare y luego al Apure, punto en el que junto con Francisco Serrano, Rafael Urdaneta, Manuel Roergas de Serviez y Francisco de Paula Santander constituyeron un efímero gobierno para Venezuela, el cual fue desconocido por los llaneros, que solo aceptaban la autoridad de Páez.
 Había llegado el momento en que los razonamientos jurídicos, éticos y morales no bastaban para sostener el intento republicano; y Yanes también aceptó su responsabilidad de ocupar un puesto en la lucha armada. Tuvo su bautizo de fuego en las acciones de El Yagual (11/10/1816) y en la toma de Achaguas. También sirvió bajo las ordenes de Pedro Zaraza en 1817.

Su labor como jurista.
 La actuación de Yanes como legislador dejó en claro sus sólidos conocimientos del derecho. Esto le valió un connotado reconocimiento de quienes ostentaban la autoridad en determinados momentos del amalgamamiento nacional. En febrero de 1818, al reinstalarse la República en Guayana, es designado Ministro de la Suprema Corte de Justicia de Venezuela. En este cargo apenas durará poco más de un mes, pues en mayo es comisionado para establecer y presidir la Corte de Almirantazgo en Villa del Norte (hoy Santa Ana del Norte) en la isla de Margarita. Esta Corte sería trasladada a La Guaira en agosto de 1821, y pocos días después sería nuevamente mudada, esta vez a Caracas.
 Al iniciarse la institucionalización de la República de Colombia establecida desde 1819 y legalizada en el Congreso de Cúcuta de 1821, se establece la Suprema Corte de Justicia en Bogotá, permaneciendo en Caracas la Corte Superior del Distrito del Norte, en la que Francisco Javier Yanes actúa como uno de sus ministros. Presidiría este cuerpo en 1826 en sustitución de Cristóbal Mendoza. En 1829, luego de ocupar varios cargos públicos, fue repuesto a la Corte Superior del distrito del Norte en Caracas.

Su labor como periodista.
 En estas labores inicia en 1811 cuando fue designado Censor principal para supervisar el periódico “El Publicista” que actuaba como órgano oficial del Congreso. Posteriormente, como primer producto de lo que será una fructífera asociación editorial con el ilustre Cristóbal de Mendoza, se produce el periódico “El Observador Caraqueño”, cuyo primer número apareció el 1° de enero de 1824, circulando hasta el 31 de marzo de 1825.
 Otra incursión en el periodismo fue cuando formó parte de la Junta Directiva del semanario “El Constitucional Caraqueño”, el cual circuló desde el 13 de septiembre de 1824 hasta el 25 de abril de 1825.

Su labor como historiador.
 En 1826 inicia el Dr. Cristóbal Mendoza la labor de publicar la primera recopilación documental sobre la historia de Simón Bolívar y de la Gran Colombia, a la que de inmediato se asocia el Dr. Yanes, dando como resultado la compilación titulada “Colección de Documentos Relativos a la Vida Pública del Libertador de Colombia y del Perú, Simón Bolívar, para servir a la historia de Sur-América”. Dos años después ocurre la muerte del Dr. Mendoza, para entonces se habían publicado 15 tomos de la obra, y queda al frente de esta empresa Francisco Javier Yanes hasta el año 1833 en que apareció el último de los 22 tomos[4]. Si bien en esta publicación no se estructura un sistema histórico ni se interpretan fenómenos socio-culturales del pasado, incluso no se hace ninguna narración de hechos ocurridos, ofrece en cambio una labor previa y necesaria a la historia aplicada: la de recopilación, que en este caso lleva el blasón de haber sido la primera en su tipo no solo en Venezuela sino también en Suramérica; en la que el propio Libertador participó facilitando copias de documentos de su archivo personal[5].
 Pero mucho tiempo atrás hacía que el Dr. Yanes venía preparando sus propios trabajos históricos. A su paso por los diferentes puntos de la geografía nacional, iba recogiendo abundantes datos y documentación para apoyar las interpretaciones históricas que se proponía dar a la estampa. Parece que en la labor de redacción de estos trabajos ocupó los años entre 1818 y 1826, en los cuales preparó los manuscritos (notas, borradores y/o redacciones finales) de cuatro obras: Compendio de la Historia de Venezuela desde su descubrimiento y conquista hasta que se declaró Estado Independiente[6]; Relación Documentada de los principales sucesos ocurridos en Venezuela desde que se declaró Estado Independiente hasta 1821[7]; Memoria Histórico-política sobre la Isla Margarita, apoyada en documentos autógrafos, para servir a la historia de su regeneración y a la mejora de su actual gobierno[8]; Historia de la provincia de Cumaná, en la transformación política de Venezuela, desde el 27 de abril de 1810 hasta el presente año de 1821[9] y la Historia de Guayana.[10]

Su Archivo.


 Los manuscritos de estas obras (gran cantidad de borradores, notas y apuntaciones que luego hilvanaría para darle estructura a cada relato) más los documentos que utilizó como fuente, incluso las galeradas o pruebas de imprenta de lo que sería la segunda edición de la única obra que publicó en vida, fueron guardados celosamente por el Dr. Yanes en su archivo, junto con documentos de la época colonial y otros muchos más provenientes de sus diversas actuaciones como funcionario público, destacando entre ellos los de la Corte de Almirantazgo desde su establecimiento en Villa del Norte (1819) hasta su supresión en Caracas (1822). Tras la muerte de Francisco Javier Yanes, ocurrida el 17 de junio de 1842, este voluminoso archivo quedó en custodia de sus deudos, primeramente de sus hijos Francisco Javier y Emilio, luego de sus yernas Trinidad Ascanio de Yanes e Isabel Martín de Yanes, y posteriormente de sus nietos.
 A este archivo en posesión familiar acudieron muchos de los historiadores decimonónicos venezolanos: como el polémico Juan Vicente González, uno de los pocos que refirió el archivo de Yanes como fuente de sus trabajos histórico-biográficos:
“Tomamos estos datos de la Historia inédita del Dr. Francisco J. Yanes. ¡Cuántos tesoros! ¡Cuántos hechos gloriosos encerrados en esas páginas! Ordenó el escritor que no se publicase su obra hasta diez años después de su muerte, y hace veintitrés que falleció sin que haya visto la luz pública”.[11]
 Decimos que Gonzáles fue de los pocos que citaron al archivo de Yanes como fuente de sus obras históricas, porque muchos fueron los que, habiendo recibido la deferencia de consultar dichos papeles por parte del propio Yanes o de sus descendientes, luego “olvidarían” señalar la mina de donde extrajeron las joyas; así lo expresa el historiador Caracciolo Parra Pérez:
“Puesto principal entre los autores de historia venezolana, ocupa Francisco Javier Yanes. Sus obras Relación documentada de los principales sucesos de Venezuela hasta 1821, la Historia de Cumaná y la Historia de Margarita, inédita la última, han sido para otros escritores cantera inagotable y, muchas veces, clandestina. Este prócer ha sido literalmente pillado, con la circunstancia agravante de que quienes aprovecharon sus narraciones no tuvieron cuidado de corregir los errores que contienen, y de los cuales los asaltantes solo fueron indicados recientemente por los doctores Mendoza y Lecuna, en el prólogo de la Relación, editada por la Academia Nacional de la Historia.”[12]
 En efecto, los historiadores y académicos Cristóbal L. Mendoza y Vicente Lecuna en la introducción a la edición póstuma de esta obra Yanes que cita últimamente Parra Pérez hacen alusión a uno de tantos trabajos históricos que utilizó los escritos y documentos del archivo de Yanes sin indicar la fuente:
“Es interesante observar que, para escribir sus obras, muchos de nuestros historiadores del siglo XIX tuvieron a la vista y aun reprodujeron en parte los manuscritos de Yanes. Seguramente el propio autor o su familia con posterioridad, los facilitaron a cuantos deseaban tomar datos. Muchos periodos, por ejemplo, de la magnífica Historia de Venezuela, obra de nuestro insigne Rafael María Baralt, están indudablemente compuestos con informaciones tomadas de esta relación”[13].
 En 1940, por gestiones de Cristóbal Mendoza e intermediación de Emilio Antonio Yanes con el resto de la parentela del prócer, el Gobierno Nacional adquirió el voluminoso archivo de Francisco Javier Yanes, con destino a ser resguardado en la Academia Nacional de la Historia. Esta corporación comisionó al experimentado académico Vicente Lecuna para que organizara este otro cumulo documental y procediera a su encuadernación. Como resultado de esta labor se obtuvieron 35 tomos (38 volúmenes[14]) con los siguientes enunciados:


Tomo
Temática
I
La Colonia 1782-1799. Resoluciones, relaciones o índices de correspondencia, planes de resguardo de las costas, etc.
II
La Colonia 1800-1817. Actuaciones sobre el establecimiento de hospedajes para los oficiales del Ejército Expedicionario, comunicaciones del Obispo de Mérida sobre detención de clérigos, relaciones de reales despachos dirigidos a la Real Audiencia, etc.
III
La Colonia 1818-1829. Expedientes sobre reparación de fortalezas, comunicaciones a la Real Audiencia, causas judiciales, etc.
III Bis
La Colonia 1818-1829. (Continuación del Tomo III).Comunicaciones a la Real Audiencia, documentos relativos a la masonería, solicitudes y pedimentos, etc.
IV
Reales Cédulas y Reales Ordenes 1724-1799.
V
Reales Cédulas y Reales Ordenes 1782-1797.
VI
Reales Cédulas y Reales Ordenes 1803-1826.
VII
Compendio de la Historia de Venezuela desde su descubrimiento y conquista hasta que se declaró Estado Independiente. Caracas, Imprenta de Antonio Damirón. 1840.
VIII
Compendio de la Historia de Venezuela. Manuscritos para aumentar la obra y galeradas de lo que sería la segunda edición, con notas y correcciones.
IX
Relación Documentada de los principales sucesos ocurridos en Venezuela desde que se declaró Estado Independiente hasta 1821. Borrador: parte de la guerra de independencia en Venezuela y América.
X
Relación Documentada de los principales sucesos ocurridos en Venezuela desde que se declaró Estado Independiente hasta 1821. Borrador: parte de la insurrección de 1811 en Carcas y Valencia.
XI
Documentos que sirvieron para sustentar la narración de la Relación Documentada... En su mayor parte copias.
XII
Copia de la “Relación Documentada…”. Tomada de los borradores y notas de Yanes, con correcciones de lenguaje. Mendoza y Lecuna la identifican como escrita por Emilio Antonio Yanes, nieto del prócer[15].
XIII
Estudios geográficos de Venezuela. Notas y descripciones de las provincias de Barinas, Cumaná, Maracaibo, con algunos apuntes históricos.
XIV
Estudios de Yanes sobre derecho y jurisprudencia. También algunos apuntes históricos-geográficos sobre Cumaná y Margarita. Otros documentos.
XV
Estudios de Yanes sobre derecho y jurisprudencia. También algunos apuntes históricos-geográficos sobre Venezuela, Guayana y Perijá. Documentos sobre los asesinatos y fusilamientos ordenados por Boves. Otros documentos.
XVI
Estudios de Yanes sobre política, derecho, jurisprudencia e historia.
XVII
Asuntos Eclesiásticos.
XVIII
Memoria Histórico-Política sobre la Isla de Margarita.
XIX
Borrador de la Memoria Histórico-Política de la isla de Margarita. 
XIX Bis
Continuación del Tomo XIX. Borradores y notas de la Memoria Histórico-Política sobre la Isla de Margarita. Observaciones hechas por Francisco Esteban Gómez a la Historia de Margarita escrita por Yanes. Documentos que sirvieron de fuente a esta obra de Yanes.
XX
Historia de Cumaná. Apuntes documentados sobre la historia de la provincia de Cumaná escritos por Francisco Javier Yanes y recopilados por Emilio Antonio Yanes.
XX Bis
Documentos relativos a la Historia de Cumaná.
XXI
Corte de Almirantazgo. Comunicaciones a la Corte, cuadernos copiadores de esta, actas 1 a 20 de la plenaria de la Corte.
XXII
Corte de Almirantazgo. Actas 1 a 19 de las plenarias de la Corte, cuadernos copiadores, comunicaciones a la Corte, etc.
XXIII
Corte de Almirantazgo. Comunicaciones a la Corte, cuadernos copiadores de esta, borradores de comunicaciones, representaciones de la Corte, etc.
XXIV
Corte de Almirantazgo. Comunicaciones a la Corte, cuadernos copiadores de esta, cartas en francés de Nicolás Joly al Presidente de la Corte, representaciones de la Corte, copiadores de actas de la Alta Corte de Justicia, documentos sobre el bloqueo de las costas de Venezuela, etc.
XXV
Corte de Almirantazgo. Actas de la Alta Corte de Justicia, comunicaciones a la Corte de Almirantazgo, representaciones a la Corte de Almirantazgo, etc.
XXVI
Nociones de Derecho Marítimo. Estudios y notas de Yanes sobre el derecho marítimo, comunicaciones a la Corte de Almirantazgo, carta de Carlos F. Grisanti a Emilio Antonio Yanes sobre los trabajos de derecho marítimo de Francisco Javier Yanes (18/03/1920), nota de Emilio Antonio Yanes sobre el prólogo de la obra de Francisco Javier Yanes, copias mecanografiadas de los documentos manuscritos de este tomo, etc.
XXVII
Apuntamientos sobre la Legislación de Colombia. Apuntes de Francisco Javier Yanes sobre la Constitución y el Congreso de Colombia, Actas de la Municipalidad de Caracas sobre la Constitución de Colombia, copias mecanografiadas de varios documentos de este tomo, etc.
XXVIII
Cartas de Próceres- Biografías. Cartas a Francisco Javier Yanes de Juan Bautista Arismendi, Lino de Clemente, Ramón Ignacio Méndez, José Antonio Páez  y otros; relación de las hazañas de Mac Gregor y Piar, datos biográficos sobre Antonio Ascanio, Pedro Gual, Gerónimo de Ustáriz, Telésforo de Orea; carta de J. M. Restrepo sobre orden del Libertador de enviar a Yanes copias de documentos; fe de bautismo, de confirmación y documentos sobre limpieza de sangre de Yanes, notas y constancias de los sueldos que se le deben y los pagados, etc.
XXIX
Relaciones Históricas- Congresillo de Cariaco. Comunicaciones del primer agente de Venezuela en los Estados Unidos, Telésforo de Orea, a varias autoridades; relación de los sucesos ocurridos en Valencia en 1814 por Juan Escalona y Miguel Peña para Yanes, relaciones de varios episodios de la guerra de independencia escritos para Yanes por José Tadeo Monagas, Feliciano Montenegro Colón, José Manuel Olivares, Josef Paúl, Eduardo Stofford, Pedro Zaraza; decretos de Luis Brion, etc.
XXX
Guerra de Independencia en Venezuela- República de Colombia. Apuntes de Yanes sobre actuaciones de las Cortes Nacionales, Consejo de Regencia y Audiencia; juicios de infidencias a varios, comunicaciones y decretos de Luis Brion, cartas a Yanes, comunicaciones al Presidente de la Corte de Almirantazgo, comunicación a Yanes sobre su nombramiento como Fiscal de la Corte de Justicia en Bogotá, rechazo al cargo anterior, etc.
XXXI
Corte de Justicia/ Colombia 1821-1830/ Venezuela 1830-1851. Actas de la Alta Corte de Justicia, recusaciones, recursos de nulidad, sentencias, confirmaciones de sentencias, consultas a la corte, contestaciones de Yanes a estas consultas, etc.
XXXII
Marina-Brion y Clemente. Oficios del almirante Luis Brion a varios, oficios de Lino de Clemente al Presidente de la Corte de Almirantazgo, representaciones y comunicaciones de Guillermo Robinson al Gobernador y Capitán General sobre derechos mercantiles y reclamos (1805), etc.
XXXIII
Impresos 1801-1830.
XXIV
Impresos 1801-1830.
XXXV
Historia de la Corte de Almirantazgo. Apuntes para la Historia de la Corte de Almirantazgo escritos por Emilio Antonio Yanes, Reseña Histórica sobre la Corte de Almirantazgo, documentos complementarios de la reseña,
     
 Según describen las contraportadas de los tomos antes señalados, en los trabajos de
organización de los documentos de este voluminoso archivo participó junto a Vicente Lecuna la experta paleógrafa Esther Barret de Nazarís. En este punto debemos señalar, sin embargo, varios errores que se cometieron cuando se encuadernaron los documentos que hoy pueden dificultar la investigación. En primer lugar, destacaremos uno muy frecuente a la hora encuadernar manuscritos anteriores al siglo XX, y es el hecho que no se dejó suficiente margen entre la escritura y el borde donde se realizó la costura de los legajos y folios, dando como resultado que muchos documentos queden parcialmente ocultos entre las juntas de encuadernación y su lectura completa, en algunos casos, se haga imposible. Otro error común, aunque menos frecuente verlo en los varios trabajos que de este tipo realizara la dupla Lecuna-Barret de Nazarís, es que muchos folios fueron intercalados donde no correspondía, dejando una o varias hojas de un documento dispersas entre otros sin relación, dando como resultado que se rompa la continuidad original, el sentido de la lectura y dejando la sensación de que el documento está incompleto cuando lo que realmente ocurres es que se encuentra disperso; incluso encontrándose partes de un mismo documento en varios tomos. Esto puede verse, por ejemplo, en el borrador de la Representación de la Corte de Almirantazgo en el que se reclama lo escaso de las remuneraciones asignadas al Presidente y Fiscal de dicho cuerpo, el cual inicia en los folios 17 al 18 del tomo XXII y concluye en los folios 115 al 116 del mismo tomo; o la solicitud de suspensión de imposición de cuotas mensuales a varios vecinos que hace el Teniente Justicia mayor del pueblo de Maracay, que parte del folio 165 quedando inconcluso en el 170 del tomo III y la parte final se encuentra en los folios 223 y 225 del tomo III bis.      
 Resultado de la labor del Departamento de Investigaciones Históricas de la Academia
Nacional de la Historia, Herminia Méndez Sereno publicó el Índice de Títulos de este voluminoso archivo, inserto en su trabajo “El Almirantazgo Republicano 1819-1822”, volumen 89 de la serie Fuentes para la Historia Republicana de Venezuela, páginas 193 a 490; seguido de un Índice Onomástico y de otro Analítico-Geográfico. Este instrumento de consulta permite recuperar la información que ofrece el archivo de Francisco Javier Yanes describiendo cada uno de los documentos de un tomo mediante la asignación de un título que indica, generalmente: el nombre de personas, lugares, asunto, fechas y números de folios que intervienen en la creación del documento en cuestión. Que los investigadores cuenten con este tipo de instrumentos de descripción fuera de los espacios del archivo que conserva los documentos, facilita en gran medida la localización de determinado documento, reduce la manipulación de los originales que por más que se traten con sumo cuidado, siempre se verán afectados por esta, y ahorra mucho tiempo al investigador y espacio a los archivos. Sin embargo, en este caso particular, se obvió alguna información indispensable tanto para el investigador como para el control interno del archivo, y es que al momento de describir la gran cantidad de manuscritos que conforman el archivo Francisco Javier Yanes, en muchísimos casos no se detalló si se trata de un original o una copia; y en el caso de las copias si estas son autenticadas o simples, coetáneas o posteriores.
 La calificación de padre de la historia venezolana para Francisco Javier Yanes le fue dada por otro acucioso cultivador del arte de Clío, Vicente Lecuna: “El Dr. Francisco Javier Yanes es el padre de nuestra historia. Él fue el primer venezolano que logró formar una colección de documentos históricos y junto con el Dr. Cristóbal de Mendoza publicó la ´Colección de Documentos para la vida pública del Libertador de Colombia y del Perú, Simón Bolívar´”[16]. Si bien el hallazgo de posteriores datos haría corregir a Lecuna el origen de la publicación de la “Colección de documentos…”, es un hecho que Yanes fue el primero que publicó una historia venezolana inspirado en la concepción de “historia patria” que se forjó en el siglo XIX[17]. Que hoy se conserve el conjunto documental por él producido y reunido enriquece nuestro patrimonio documental; y brinda una herramienta de capital importancia, pues las fuentes originales son indispensables para el historiador ya que hacen científica a la disciplina, permiten descubrir, estudiar y analizar circunstancias, fenómenos y hechos en el abordaje histórico.



[1] De ese matrimonio nacieron tres hijos: Francisco Javier, Emilio y Nicanor.
[2] Parejo, Antonio; Historia de Colombia. Caracas. Editorial América. 1912, pág. 155.
[3] Para una compresión amplia de los sucesos previos a la Capitulación de San Mateo, véase la descripción y referencias de Caracciolo Parra Pérez en Historia de la Primera República, cuarta parte El Generalísimo (descarga la edición de la Biblioteca Ayacucho de 1992 aquí).
[4] En ese mismo año aparece otro tomo de la “Colección de Documentos relativos a la vida Pública del Libertado…”, apéndice al tomo 21. La tradición bibliográfica venezolana le atribuye la preparación y edición de este tomo al Licenciado Antonio Leocadio Guzmán. Entre otras particularidades, en este apéndice se insertó la publicación en castellano más antigua que se conoce de la famosa Carta de Jamaica.
[5] Archivo de Francisco Javier Yanes, tomo XXVIII, folio 141 frente 142 frente.
[6] Publicado en vida del autor en Caracas, Imprenta de A. Damiron (así se lee en la portada), 1840.
[7] Publicado por primera vez por la Academia Nacional de la Historia en Caracas, Editorial Elite, 1943.
[8] Publicado por primera vez en el Boletín de la Academia Nacional de la Historia, Tomo XXII, abril-junio de 1939, N° 86 como “Memoria Histórico-Política sobre la isla de Margarita”. 
[9] Publicado por primera vez por el Ministerio de Educación Nacional-Dirección de Cultura y Bellas Artes. Caracas, 1949 como “Historia de la Provincia de Cumaná (1810-1821)” con trascripción del manuscrito original por el Dr. Héctor García Chuecos.
[10] También publicó un pequeño folleto titulado “Apuntes históricos con algunas observaciones sobre el principio, progreso y termino de la sublevación en la capital de la República de Venezuela el 8 de julio de 1835”. Este folleto salió de la imprenta de Valentín Espinal en 1836, y al igual que otras de sus publicaciones, iba firmada por el anónimo Un Venezolano.
[11] Citado en Alfonzo Fernández, Adalberto: “Mis investigaciones y algo más”. Compilación y prólogo de Isabel Hernández Rivas. Impreso en los Estados Unidos de América. Tomo III, pág. 62.
[12] Ibíd. pág. 63.
[13] Yanes, Francisco Javier: Relación Documentada de los principales sucesos ocurridos en Venezuela desde que se declaró Estado Independiente hasta 1821. Publicada por la Academia Nacional de la Historia bajo los auspicios del Gobierno Nacional. Tomo Primero. Caracas Editorial Elite, 1943, pág. VI-VII.
[14] Los tomos III, XIX y XX tienen una extensión o continuación signado como III Bis, XIX Bis y XX Bis. 
[15] Yanes; Ibíd., pág. XVI.
[16] Lecuna, Vicente; “La Historia y el patriotismo”, en Boletín de la Academia Nacional de Historia. Tomo XXII, abril-junio de 1939, N° 86; pág. 215.
[17] Aunque Andrés Bello publicara su Resumen de la Historia de Venezuela en 1810, esta importante obra se enmarca dentro del periodo colonial y su discurso está desarrollado en tal concepción.  

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4 comentarios :

  1. Saludos muy importante, todo este aporte,el problema es que esto ni se estudia,ni se menciona ni a vuelo de pájaro en primaria ni en bachillerato.

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  2. Tengo varios años rastreando el sitio donde reposan los restos del insigne prócer Yanez, cuyos restos deberían reposar en el Panteón Nacional. Cualquier información sobre este hecho sería muy grata.

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  3. Por los general los Yánez son pocos, aquí en Venezuela pero la forma correcta es con acento y cierto que hay cosas que no se la reconocen tales cómo haber Sido un redactor del acta escrita y además qué permaneció en cada gobierno de forma diplomatica ... muchos de sus escrituras no fueron tomadas en cuenta pero es agradable que existen páginas como estás que están en la búsqueda de seguir recordando lo que olvidamos en el tiempo y no reconocemos por desconocimiento..

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